El día de la Anunciación fue especial para nuestro Seminario. A media mañana, en el recreo de las clases, nos reunimos en el oratorio del Seminario para bendecir una imagen de la Virgen Inmaculada que evoca a la de la Capilla de Astorga. La imagen ha sido regalada al Seminario por un sacerdote que ejerce su ministerio en el Bierzo. No sólo estuvimos los seminaristas; cada uno invitó a un compañero de clase.

El Rector presidió el acto y nos habló de la disponibilidad de María a los planes de Dios como modelo para el seminarista. A continuación, bendijo e incensó la nueva imagen. El acto se cerró con el Himno de la Inmaculada. Luego, en el comedor, pudimos tomar un dulce para volver a clase con las pilas recargadas y el corazón también.

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