Wilmer Fernando García García

Wilmer Fernando García García (5º EE. EE.)

     Ante las Dudas….. Dios es la respuesta.

     Mi nombre es Fernando García, tengo 29 años y nací en la ciudad de Santiago de Cali, Colombia. En estas líneas tengo que plasmar algo que, sinceramente, yo hoy no acabo de comprender, ¿Por qué soy seminarista? ¿Por qué quiero ser sacerdote?

     No puedo negar que quisiera tener una respuesta clara y corta ante tal cuestión, pero no la tengo, al contrario, ellas solo me provocan mas preguntas que difícilmente tienen solución.

     Si, confieso que cada Misa para mi es una alegría, ayudar en la iglesia, en la parroquia y en la diócesis es para una satisfacción muy grande, pero eso no es tener vocación sacerdotal, muchos de los que leéis estas líneas también lo hacéis y no por ello queréis ser curas.

     Hay ocasiones que le pido a Dios que se me aparezca y me señale con el dedo y utilizara una potente voz diciéndome “Se Cura” o “Lárgate de aquí”, eso me daría una certeza tal, que ya sabría que quiere Dios de mi y no tendría tantas dudas. Pero luego reflexiono y pienso “¿Qué estoy pidiendo?, si Dios se me apareciera, seguro que me da un infarto y  muero y así, ni sería cura ni nada” ¡Dios sabe como hace las cosas!

     En ocasiones cuando miro mi pasado, mi niñez, mi juventud, veo la felicidad que tenía, mis amigos, el colegio, la universidad… era feliz por que alrededor de todo ello estaba Jesús, él siempre ha estado a mi lado y a pesar de mis muchas caídas nunca me ha abandonado. Pero ¿Cómo debería yo responder a su amor? Solo de una manera ¡Dejándome llevar por él!

     Aquí me tenéis, feliz, contento, con mucho estudio, rodeado de libros, con reuniones, actividades, charlas, retiros, poco tiempo libre, pero feliz, muy feliz.

     Soy seminarista de Astorga, por regalo de Dios y estoy muy contento y orgulloso de ello, porque a pesar de las dudas, tengo a Jesús y a sacerdotes que me guían y orientan en este caminar, tengo personas que oran por mí, e incluso hacen pequeños sacrificios para que Dios siga manifestando su voluntad en mí.

     Sé que esto no satisface mucho, porque es poco lo que puedo dar, pero creedme cuando os digo que es todo lo que tengo y es todo lo que soy.

     Quiero ser sacerdote porque Dios me llama y yo respondo.

     Quiero ser sacerdote porque quiero unirme íntimamente a Dios.

     Quiero ser sacerdote porque quiero ser como Jesús.

     Quiero ser sacerdote porque quiero amar como Jesús ama.

     Quiero se sacerdote porque quiero sufrir como él sufre.

     Quiero ser sacerdote porque quiero ser feliz.